DESPERTEMOS
LOS SENTIDOS
Es un
lujo detenerse unos minutos para disfrutar y admirar lo que la naturaleza nos
regala, descubrir esos rincones escondidos que nos llevan más allá de nuestra
mirada.
Caminar
por un sendero lleno de sensaciones y recrearse, porque la naturaleza se disfruta
sin prisas, sin estrés. Se disfruta con calma.
Porque
hay que despertar los sentidos y prestar atención a todo lo que nos rodea. No
solo hay que abrir los ojos, también la mente y dejar que la naturaleza inunde
nuestra alma de energía. Hay que pararse a observar los colores del otoño, el
campo, las hojas, los árboles, las plantas, el cielo, el agua, y la ladera de
la imponente montaña. Hay que pararse un momento y guardar silencio para
escuchar los sonidos de la naturaleza, esta es una experiencia increíble.
Hay que
sentir la brisa del viento. Hay que tocar y abrazar los árboles. Hay que llenar
nuestros pulmones de aire puro y respirar profundamente. Respirar, para saber
que estamos vivos gracias a esa naturaleza que ahora aparece majestuosa ante
nosotros.
Y recuerda que un paisaje es una obra de arte y disfrutarlo puede ser apasionante.
Y recuerda que un paisaje es una obra de arte y disfrutarlo puede ser apasionante.