Los niños son los garantes del futuro de nuestro planeta, por
eso desde pequeños hay que enseñarlos a cuidar y conservar el entorno que los
rodea.
Tenemos que inculcarles el respeto por la naturaleza,
así contribuiremos a dejarles un mundo mejor y más solidario con los demás
seres vivos.
La educación ambiental tiene como objetivos el
formar valores y actitudes en favor del medio ambiente, para ello es
necesario transformar nuestras conductas y comportamientos, así como adquirir
nuevos conocimientos.
Los valores se aprenden a través del ejemplo y de la
experiencia, por eso es importante que desde muy pequeños enseñemos a los niños
a no tirar los papeles, chicles y basura al suelo, que utilicen las papeleras.
Que respeten los bancos y columpios, y no pinten las paredes.
Que respeten a los animales, árboles y plantas evitando
lastimarlos.
El respeto y cuidado hacia las mascotas o plantas es un buen
aprendizaje para los más pequeños.
Con todo esto lograremos que aprendan a ser buenos
ciudadanos.
Es necesario que los niños adquieran hábitos positivos con el
medio ambiente, no solo deben aprender a conservar la naturaleza, hay que tener
contacto con ella.
Hay que hacer actividades en familia en el medio natural. Planta,
siembra, visita un bosque o nuestras hermosas dehesas.
Recuerda que cada acto es muy importante y cada acción vale
mucho por muy pequeña que sea.