La Gran Encina en uno de los recorridos interpretativos en el Parque Periurbano de Conservación y Ocio Dehesa Boyal de Montehermoso |
Una
de las mejores maneras de conocer el medio natural es recorrerlo acompañado por
un buen guía intérprete de la naturaleza. Es muy importante que
tenga conocimientos sobre interpretación del patrimonio natural y cultural
del entorno que visitamos y sepa transmitir los valores de ese espacio.
Conocer
para valorar, ese es uno de los objetivos principales que debe reunir un buen
guía intérprete de la naturaleza, que además debe aunar conocimientos
medioambientales, patrimoniales, habilidades de comunicación, capacidades para
conducir y dinamizar grupos, y experiencia para desenvolverse en la naturaleza.
Hay
muchas maneras de disfrutar de la naturaleza y de recorrer lugares singulares.
En muchas ocasiones se realizan rutas de senderismo por paisajes increíbles,
pero si nadie nos ayuda a interpretar el paisaje a contarnos la historia del
lugar y enseñarnos la fauna y la flora del entorno mientras caminamos,
llegaremos al final del recorrido sin haber visto nada de los valores naturales
y culturales que atesora la zona.
Bien
es cierto que en ocasiones no vemos más allá que al compañero que tenemos delante
o las piedras del camino. Por eso un buen guía intérprete de la
naturaleza tiene que ser mucho más que un acompañante de un grupo, nos
debe hacer mirar, aprender, valorar y conocer.
Tan
importante como el diseñar un buen itinerario interpretativo en un espacio
natural, es el conocer las costumbres y cultura tradicional del sitio que
visitamos. Otro aspecto sustancial, es el que durante la actividad se conozca
el impacto de las actividades humanas sobre el medio natural y el
aprovechamiento de los recursos naturales.
Que
a la vez se produzca un conocimiento y un acercamiento al entorno donde
vivimos, facilitando el conocimiento del medio natural y contribuyendo a la
sensibilización y educación ambiental de los participantes.
En
general, poniendo en valor el medio natural, interpretando la fauna, las aves,
las huellas y rastros de los animales que encontramos en nuestro recorrido, la
flora, los árboles, las propiedades y usos de diferentes plantas, el
paisaje, la geología, las tradiciones, la cultura del lugar y el modo de vida
rural.
Se
trata de transmitir los conocimientos y experiencias de manera que podamos
conseguir una mayor sensibilización del visitante hacia el lugar que visitamos
y con ello conseguir la conservación del patrimonio natural y cultural.
Que
podamos aprender a valorar y conocer el entorno a través de rutas orientadas al
recorrido de itinerarios interpretativos.
Que
para ello utilicemos conocimientos divulgativos para exponerlos a los
participantes de una manera atractiva, dinámica y comprensible. Esa es la
principal tarea de un buen guía intérprete de la naturaleza.