Con el comienzo del
otoño las temperaturas empiezan a descender, se empiezan a producir las primeras
lluvias y es entonces cuando ocurre un extraño fenómeno que a todo el mundo
llama la atención. La invasión de las hormigas voladoras, algo que podemos
observar en los pueblos, ciudades, el campo, el monte y en otro tipo de
ambientes.
Siempre nos preguntábamos
cuál es el motivo por el que nos encontramos con esta plaga de miles de hormigas
voladoras después de un periodo de lluvia y altas temperaturas. La explicación
a este hecho es más sencilla de lo que imaginábamos.
Todo tiene que ver
con la creación de los nuevos hormigueros, ya que tras las primeras lluvias
otoñales, las hormigas voladoras abandonan su hormiguero con la única función
de crear otro nuevo.
De todas formas hay
que insistir en que no se trata de una plaga ni de un problema alarmante. Estas
grandes concentraciones de hormigas voladoras tan solo se deben al ciclo
natural que tiene la especie del genero Messor que en esta época tiene además su
ritual de apareamiento.
Una de las
curiosidades de esta especie es que las alas les salen a las hormigas el mismo
día que salen al exterior del hormiguero. Los machos viven muy poco tiempo y mueren
al copular con las hembras, que son más fuertes y resistentes. Las hembras
pierden las alas después de la copula y comienzan a establecer un nuevo
hormiguero, tratando de crear su propia colonia.
Las precipitaciones y
las altas temperaturas facilitan que la tierra sea más blanda y con ello puedan
construir con más facilidad y en menos tiempo el nuevo hormiguero. Los hormigueros
están constituidos por una colonia de hormigas que tienen una gran estructura
social, en la cual cada una desempeña diferentes tareas.
Por lo tanto, este fenómeno
que dura unos pocos días y que solemos observar en época lluviosa, no es más
que el vuelo nupcial del ciclo natural de estas hormigas que van a buscar sus
parejas para así formar un nuevo nido, esto solo lo pueden hacer en este caso
las hormigas voladoras, porque las obreras solo se encargan de las tareas de la
recogida de alimentos.
Estas hormigas cuyos huevos
pone la reina en primavera, pueden ser tanto machos como hembras. Mientras los
machos suelen vivir un año, la hormiga reina puede llegar a vivir entre 15-17
años.
Antiguamente se las conocía
como “la hormiga de la sementera”, ya que los agricultores consideraban que la
tierra tenia la humedad necesaria para poder sembrar la simiente.