En la dehesa municipal de Montehermoso nos encontramos con uno de los focos megalíticos del noroeste de la provincia de Cáceres más interesantes. Esta concentración de túmulos se complementa con la existencia de otras entidades patrimoniales de diverso origen, como pueden ser los molinos tradicionales, chozos, puentes, etc., que le dan aún más valor a este terreno público de la localidad. Este foco viene siendo estudiado por diferentes especialistas de diferentes universidades, como la Universidad Complutense de Madrid, o centros de investigación, como el Instituto de Ciencias del Patrimonio (CSIC) de Santiago de Compostela.
Entendemos que la importancia de dicho núcleo no radica únicamente en la existencia de estos elementos arqueológicos. Los elementos patrimoniales en sí mismos adquieren un valor real cuando estos son puestos en valor con y para la sociedad. O dicho de otra manera, pierden su valor si la sociedad no los conoce ni los valora. Es el momento de que la Arqueología salga de las universidades y de los museos y participe de manera activa en nuestra sociedad, dando sentido a la palabra “Arqueología Pública”. De nada servirá a los arqueólogos y arqueólogas estudiar los yacimientos arqueológicos de una comunidad determinada si esta no los conoce y no los pone en valor. Para ello, en nuestra comunidad autónoma existen diferentes proyectos en este sentido, como puede ser el Proyecto Maila, en Malpartida de Cáceres. Este es el camino que debe seguir la Arqueología.
Por otro lado, en estos momentos de crisis es necesario tener en cuenta que el Patrimonio puede ser considerado un motor de desarrollo local, a partir de un turismo responsable. Por ello, es necesario hacer ver a los habitantes de las localidades de que los yacimientos arqueológicos, en parte, les pertenecen. Por ello, es necesario fomentar actividades participativas entre las personas que habitan estos municipios y personas especializadas, como pueden ser los arqueólogos y arqueólogas. Actividades que pongan en valor nuestro patrimonio, talleres, charlas, rutas, etc. Actividades donde se de voz a todas las partes y donde pueda aprenderse y enseñar de manera conjunta. Que permitan a la ciudadanía entender que hoy día, el Patrimonio puede ser una ayuda, que les pertenece y que son las personas encargadas de que llegue a las futuras generaciones de la manera más adecuada.
José María Señoran
Instituto de Ciencias del Patrimonio
Incipit-CSIC, Santiago de Compostela