La Custodia del Territorio es una estrategia para implicar a personas propietarias y usuarias de tierras en la conservación de la naturaleza y el paisaje, con el apoyo de una gran diversidad de agentes de la sociedad civil, y especialmente a través de acuerdos voluntarios entre los propietarios o usuarios de fincas y las entidades de custodia para mantener o restaurar los valores relacionados con la naturaleza y el paisaje (Basora y Sabaté, 2006; Barreira (coord.), 2010; Sabaté et al., 2013)
Según la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, la Custodia del Territorio se define como: «el conjunto de estrategias o técnicas jurídicas a través de las cuales se implican a los propietarios y usuarios del territorio en la conservación y uso de los valores y los recursos naturales, culturales y paisajísticos».