Echo
de menos esos atardeceres que ahora fotografío desde una ventana de mi casa.
También las risas de los niños al verlos jugando en la calle. La gente
bulliciosa y los paisajes, esos paisajes de nuestra dehesa y los momentos en
plena naturaleza. Me quedo con los detalles, con los instantes vividos, y con
las ganas de ver y abrazar a la gente que está en mi vida.
Pero
si hay algo que me queda de toda esta crisis, es que la solidaridad y la
humanidad, están por encima de ideologías políticas. Ha tenido que venir un
virus para sacar nuestro lado más humano. Saldremos adelante, como también lo
hicieron nuestros padres y abuelos en otros tiempos difíciles.
Pero
recordar que hay gente que no tiene los medios que tenemos. Seguramente no
puedan hacer cola en los comercios y supermercados, sencillamente porque no
tienen apenas para comer. Y si no les mata un virus, les mata la guerra o el
hambre. Tener eso siempre presente cuando os quejéis de la situación que
vivimos ahora.
SALDREMOS
ADELANTE MÁS UNIDOS Y SOLIDARIOS QUE NUNCA…Y TAMBIÉN MÁS HUMANOS.