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miércoles, 24 de junio de 2020
viernes, 12 de junio de 2020
Laguna y Fuente del Jerrao un paraje con historia
Fuente y Laguna del Jerrao |
Me reencuentro con el paisaje, con
la búsqueda de la belleza que la naturaleza otorga cada día. La quietud, el
sonido armonioso del agua cayendo a un pequeño estanque lleno de ranas y algún
gallipato que asoma su cabeza con timidez. El viento que acaricia y mueve
lentamente las ramas de las encinas y las pequeñas flores que nacen entre estas
tierras pizarrosas.
El agua que mana sin parar en todas
las estaciones del año de la centenaria Fuente del Jerrao. Agua de hierro, agua
ferruginosa, agua medicinal, agua legendaria.
Laguna con historia que desde
tiempos pasados ha sido un soporte vital para la vida en la dehesa. Un paraje
singular, un paraje histórico y lleno de historias que guarda las huellas del
pasado y la memoria de nuestros antepasados.
Cierro los ojos, suspiro y proyecto
mis pensamientos al pasado, a mis recuerdos. Imagino otros tiempos y siento que
donde me hallo es una parte indivisible de mi vida.
Y pienso en cuando nos daremos
cuenta de que es un auténtico lujo detenerse a contemplar y sentir todo lo que
este hermoso paisaje nos ofrece. Que solo con la simple observación en
silencio, con sentir el viento en la cara, con el fresco olor de la tierra, con
escuchar los sonidos de la naturaleza, nuestra energía vital se recarga.
Puede haber paisajes más bonitos,
más espectaculares, más impresionantes, pero ninguno ha sido testigo de tantas
emociones y experiencias vividas por mí. Donde guardé tantos y tantos secretos,
donde hallé que formaba parte de esta tierra y donde mi esencia descansará para
la eternidad algún día.
ENLACES RELACIONADOS:
jueves, 11 de junio de 2020
Los sonidos de la dehesa
Dehesa Boyal de Montehermoso
La primavera avanza y aunque el año
ha sido bastante lluvioso, el verde va perdiendo intensidad y entre encinas y
alcornoques florecen miles de cardos que dan una nota de color que atrae a
decenas de jilgueros para alimentarse de sus semillas.
El rumor del agua que cae en pequeñas
cascadas sobre duras pizarras en el canal del antiguo Molino del Jerrao en el
arroyo del Pez cada vez es más débil. En una pequeña charca espera impaciente
un martín pescador sobre una rama de una encina hasta que se zambulle en el
agua y sale airoso con su presa.
Después de caminar un rato
siguiendo el curso sinuoso del agua, me paro a escuchar el canto melodioso de
la oropéndola que vuela y vuela entre encinas y alcornoques. El pequeño mito
revolotea inquieto entre los rosales silvestres. Escondido y en silencio
observo al pico de coral preparando su nido entre unas tamujas mientras el
ánade real pasea a sus crías. Espero un rato y cuando ya no molesto, continúo
en silencio, solo escuchando, solo observando. Soy uno más del entorno, soy
parte de la dehesa, soy parte de su
biodiversidad.
El canto del pinzón me lleva
acompañando desde que el sol despuntaba y ahora se entremezcla con el del
ruiseñor y los alborotadores abejarucos que vuelan y vuelan alrededor de un
pequeño talud.
Agazapados entre unas piedras, en
mitad del agua varios galápagos toman el sol tranquilamente. Solamente uno se
zambulle al pasar cerca una garza real caminando entre las aguas, el resto
permanece impasible con sus cabezas erguidas.
Ahora sale al encuentro un precioso
carbonero que vuela inquieto y me indica que algo pasa. Busco un pequeño
promontorio y observo el vuelo nervioso y veloz de varias aves, es el reclamo
de peligro de que algo se acerca.
Pasan unos segundos y el sonido de
una rapaz que mira vigilante el entorno pone en alerta a todas las aves, es un
precioso busardo ratonero. Solo la garza permanece impasible en la charca, con
ella no se atreve. El resto huye de aquí para allá en vuelos rasantes entre los
arbustos y las encinas.
Continúo y llego a un pequeño valle
después de cruzar el arroyo. La humedad y el verdor del entorno es un alivio
porque cada vez el sol está más envalentonado y sus rayos calientan más y más.
Un descanso para escuchar un
auténtico recital ofrecido por los grillos. Aunque sea en mi móvil pero ese
instante queda grabado. Respiro, suspiro…y a continuar de nuevo. En el
sotobosque más cerrado el cuco y la abubilla compiten con su canto, solo roto a
momentos por el picoteo del pájaro carpintero que en un árbol seco trabaja
afanoso martilleando para encontrar pareja.
Escucho ahora la melodía del zorzal
charlo llegando a una laguna donde tiene su nido en un pequeño alcornoque. El
susurro del viento comienza a mover las ramas de los árboles, ese sonido que
hace poner todos mis sentidos para abrazar la naturaleza. Porque un lugar no
solo se observa, no solo se huele, no solo se toca, no solo se aprecia, un
lugar también se escucha.
lunes, 1 de junio de 2020
Lagarto ocelado (Timon lepidus)
Lagarto ocelado (Timon lepidus).
Parque Periurbano de Conservación y Ocio Dehesa Boyal de Montehermoso. 27 de
mayo de 2020.
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Lagarto ocelado (Timon lepidus).
Parque Periurbano de Conservación y Ocio Dehesa Boyal de Montehermoso. 27 de
mayo de 2020.
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Lagarto ocelado (Timon lepidus).
Parque Periurbano de Conservación y Ocio Dehesa Boyal de Montehermoso. 27 de
mayo de 2020.
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Lagarto ocelado (Timon lepidus).
Parque Periurbano de Conservación y Ocio Dehesa Boyal de Montehermoso. 27 de
mayo de 2020.
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Lagarto ocelado (Timon lepidus).
Parque Periurbano de Conservación y Ocio Dehesa Boyal de Montehermoso. 27 de
mayo de 2020.
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Lagarto ocelado juvenil (Timon
lepidus). Parque Periurbano de Conservación y Ocio Dehesa Boyal de
Montehermoso. 15 de octubre de 2016.
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Lagarto ocelado juvenil (Timon
lepidus). Parque Periurbano de Conservación y Ocio Dehesa Boyal de
Montehermoso. 19 de junio de 2016.
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ENLACES RELACIONADOS: Lagarto ocelado (Timon lepidus = Lacerta lepida)