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martes, 20 de febrero de 2018

Conocer para valorar. El guía intérprete de la naturaleza

La Gran Encina en uno de los recorridos interpretativos en el Parque Periurbano de Conservación y Ocio Dehesa Boyal de Montehermoso

Una de las mejores maneras de conocer el medio natural es recorrerlo acompañado por un buen guía intérprete de la naturaleza. Es muy importante que tenga conocimientos sobre interpretación del patrimonio natural y cultural del entorno que visitamos y sepa transmitir los valores de ese espacio.

Conocer para valorar, ese es uno de los objetivos principales que debe reunir un buen guía intérprete de la naturaleza, que además debe aunar conocimientos medioambientales, patrimoniales, habilidades de comunicación, capacidades para conducir y dinamizar grupos, y experiencia para desenvolverse en la naturaleza.

Hay muchas maneras de disfrutar de la naturaleza y de recorrer lugares singulares. En muchas ocasiones se realizan rutas de senderismo por paisajes increíbles, pero si nadie nos ayuda a interpretar el paisaje a contarnos la historia del lugar y enseñarnos la fauna y la flora del entorno mientras caminamos, llegaremos al final del recorrido sin haber visto nada de los valores naturales y culturales que atesora la zona.

Bien es cierto que en ocasiones no vemos más allá que al compañero que tenemos delante o las piedras del camino. Por eso un buen guía intérprete de la naturaleza tiene que ser mucho más que un acompañante de un grupo, nos debe hacer mirar, aprender, valorar y conocer.

Tan importante como el diseñar un buen itinerario interpretativo en un espacio natural, es el conocer las costumbres y cultura tradicional del sitio que visitamos. Otro aspecto sustancial, es el que durante la actividad se conozca el impacto de las actividades humanas sobre el medio natural y el aprovechamiento de los recursos naturales.

Que a la vez se produzca un conocimiento y un acercamiento al entorno donde vivimos, facilitando el conocimiento del medio natural y contribuyendo a la sensibilización y educación ambiental de los participantes.

En general, poniendo en valor el medio natural, interpretando la fauna, las aves, las huellas y rastros de los animales que encontramos en nuestro recorrido, la flora, los árboles, las propiedades y usos de diferentes plantas, el paisaje, la geología, las tradiciones, la cultura del lugar y el modo de vida rural.

Se trata de transmitir los conocimientos y experiencias de manera que podamos conseguir una mayor sensibilización del visitante hacia el lugar que visitamos y con ello conseguir la conservación del patrimonio natural y cultural.

Que podamos aprender a valorar y conocer el entorno a través de rutas orientadas al recorrido de itinerarios interpretativos. 

Que para ello utilicemos conocimientos divulgativos para exponerlos a los participantes de una manera atractiva, dinámica y comprensible. Esa es la principal tarea de un buen guía intérprete de la naturaleza.