Páginas

domingo, 23 de abril de 2017

La Gran Encina

 

En el Parque Periurbano de Conservación y Ocio Dehesa Boyal de Montehermoso abundan árboles centenarios que están llenos de historia y que han sido testigos del paso del tiempo y de las huellas que dejaron nuestros antepasados. Han resistido a todo tipo de inclemencias, desde épocas de sequia o los fuegos provocados por la mano del hombre, convirtiéndose en auténticos supervivientes y símbolos de la naturaleza.

En este espacio natural protegido hay uno que destaca entre todos, La Gran Encina. Este emblemático ejemplar llama la atención de quien lo visita por su impresionante presencia y grandes dimensiones, además de por ser uno de los más antiguos que se conocen.

Sus ramas han proporcionado leña para aliviar el frio invierno y sus bellotas para alimentar al ganado que pastaba en la dehesa. Su copa ha dado sombra y servido de refugio durante siglos a hombres y animales.
Este árbol legendario está situado en un paraje donde abundan restos arqueológicos prehistóricos, dólmenes, cistas, aldeas y varios asentamientos antiguos.

Merece la pena visitarlo y admirar su presencia y la del conjunto megalítico donde se encuentra para entender la conexión de la historia con la naturaleza. Todo siempre desde el respeto y conocimiento.

La Gran Encina debe ser declarada Árbol Singular y Monumento Natural de Extremadura. Mi reconocimiento ya lo tiene y así lo muestro y enseño a todo el mundo.