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jueves, 20 de noviembre de 2014

A los que vivimos aquella época


Cuando miro el calendario veo como noviembre avanza para dar paso al último mes del año, siento como los días son cada vez más cortos y fríos. Entonces me vienen a la memoria recuerdos de mi infancia al pasar por las calles al atardecer, ese olor a sopas de ajo o sopa de tomate, a lomo o tocino frito.

A los niños jugando a “los tintos” mirando de reojo por si venían a buscarlos para meterse en casa, había que aprovechar hasta el final antes de sentarse al brasero y ver “un globo, dos globos, tres globos”. Los más rezagados sonaban a lo lejos jugando al bote lagartija sin bigote, “bote por mis compañeros y por mi primero”. Patada al bote de condensada y a esconderse otra vez. Las chicas por aquel entonces estaban con el SuperPop y llenaban los cuadernos con pegatinas de Los Pecos, Pedro Marin o Leif Garrett.

Ahora con el paso de los años recuerdas con añoranza muchas cosas, sobre todo esa sana convivencia que había entre las personas. Había menos egoísmo y todo el mundo se ayudaba. Y es que aunque el dinero escaseaba, el amor abundaba.


A los que vivimos aquella época que tantos recuerdos nos dejó.